Cuando voy por la calle y veo mi coche siento ganas de abrazarlo. Hasta ahora, ese comportamiento anómalo carecía de explicación. Ni conductistas, ni etnólogos ni antropólogos han podido esclarecerlo. Para paliar esa lamentable laguna en el mapa del conocimiento humano, es imprescindible tener en cuenta los siguientes elementos:

-Mi coche me ha acompañado los últimos veintiocho años.

-Tiene quinientos mil quilómetros.

-Lleva un año aparcado en el mismo sitio.

-Para la policía local es un residuo urbano. Eso pone en las pegatinas que periódicamente le colocan amenazando con llevarlo al desguace,

-El polvo, las cagadas de paloma y las abolladuras de la carrocería le dan un aspecto indefenso e inquietantemente enternecedor.

 Todo lo cual plantea una pregunta insoslayable:

¿Se puede querer a un coche?

 

Gracias al IVAC, contestar adecuadamente a esta cuestión nos va a resultar un poco más fácil.  Y lo haremos con 505, o por qué adoramos los objetos, un proyecto con el que hemos conseguido  una ayuda a la escritura de guión del Instituto Valenciano de Cinematografía (IVAC).

505 es un documental peculiar. Su tema no tiene ninguna relevancia histórica. Tampoco pretende denunciar injusticias sociales o divulgar misterios científicos. Ni siquiera salen animalitos. Un coche viejo y su dueño es su modesto punto de partida. Igual de modesto es su objetivo: explicar por qué nos encariñamos de los objetos. Y por qué creemos que vamos a morir un poco cuando los perdemos.

Desde aquí queremos también felicitar al resto de compañeros cuyos han sido reconocidos con las ayudas para el desarrollo de guiones de ficción y animación:

DEJAR DE FUMAR de Emilio Martí López

ELS PRIMER PANTALONS de Antoni Castelló Canós

EL FRAILE Y LA PIANISTA de Mª Josefa Ruiz Fenollera

COMIN’ HOME de Alfonso Amador Viqueira y Adán José Aliaga Pastor

EL BIEN COMÚN de Joana Martínez Ortueta y Jorge Juan Martínez Sánchez

¡Suerte con vuestros proyectos!